Durante
mi vida escolar ha pasado una serie de excelentes profesores a quienes les debo
la mayor parte de mi formación tanto académica como personal, sin embargo también
he tenido la experiencia de recibir clase con un maestro a quien podría decir
no fue uno de mis mejores educadores; el me dictaba clase de ingles en el grado
noveno y octavo y aunque sabia mucho sobre la materia que impartía, la forma
como dictaba la clase no era adecuada puesto que perdía el control de los
estudiantes hasta el punto de dejar de dictar las clases con la calidad
necesaria y esperada, utilizando los talleres como el único medio de enseñanza
sin realizar una explicación previa o corregir los errores de forma grupal,
esto tenia como consecuencia que muchos fuéramos mal en su materia pero en vez
de volver a explicar los conceptos y temas nuevamente hasta que fueran
comprendidos, colocaba puntos extras a las personas para que no perdieran la
materia es decir literalmente nos “regalaba la nota”, lo cual en ese momento
nos parecía genial, pero al terminar esos grados y cambiar de maestro de
ingles, fue cuando me di cuenta del gran daño que nos causaba al dejarnos pasar
la materia sin siquiera tener claro algunos conceptos básicos, pues
personalmente se me complico mucho comprender y adaptarme a la forma como
enseñaba pues mis bases en el ingles realmente eran muy pobres.
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